Limpieza energética
Todo lo que nos pasa impacta directamente en nuestra conciencia y en nuestro sistema energético, aunque no seamos conscientes de ello. Es en nuestro sistema energético que se generan los desequilibrios que luego sentimos como síntomas en el cuerpo, en la mente, en el sentir y en las experiencias que vivimos.
Cada persona tiene su manera de expresar y manifestar las alteraciones en su sistema energético, maneras como: estrés, depresión, ansiedad, angustia, irritabilidad, agresividad, tristeza, melancolía, dolor de cabeza, trastornos digestivos, trastornos hormonales, y otros muchos más.
Es lógico pensar entonces que nuestro sistema energético es el fundamento donde nos construimos y nos reconstruimos, nos enfermamos y nos sanamos, nos desequilibramos y nos armonizamos.
En las fases de desequilibrio es cuando la limpieza energética cumple su cometido de desbloquear, reparar y limpiar de restos «tóxicos» todo el organismo: cuerpo, mente, energía y espíritu. A la vez reprograma el nivel vibracional de todo el sistema con el propósito de recuperar vitalidad, plenitud y armonía.
Contar con un terapeuta energético experimentado que enfoque su mirada en la persona y no en sus dificultades, es de un gran valor. Un buen terapeuta escucha, observa, acompaña y apoya para que cada uno despierte en su interior su propio camino de sanación, su autenticidad, sus talentos, sus potencialidades, fomentando un espacio de confianza, respeto, aceptación y empatía para que se logren los objetivos.